El 6 de julio, como todos los años, en muestra de
solidaridad con las personas que allí están presas un grupo de personas
celebramos el chupinazo en la cárcel de Iruña. Un acto que se lleva celebrando
desde hace muchos años pero que a día de hoy, coincidiendo con el cambio de
cárcel, somos pocas las que nos acercamos hasta allí. Ayer no éramos más de 15.
Cinco minutos antes de las doce lanzamos nuestro cohete anunciador
de las fiestas para ellas y los gritos de júbilo saltaron desde los patios. Se
podría decir que las personas presas fueron de las pocas afortunadas que
pudieron dar inicio a la fiesta a las 12.00 y no veinte minutos más tarde... En
esto se puede decir que fueron más libres que los que dicen que “estamos
libres”, ¡que paradoja!
Cuando ya el cohete estaba lanzado y después de echar algún grito
de ánimo y poner un poco de música desde el radiocasete de un coche nos dispusimos
a almorzar, hasta que a las 13.30 del medio día aparecieron dos furgones de la
policía nacional y con esto sí que empezó la fiesta, de verdad.
La policía nos dio un festín de insultos, vejaciones, abusos, desproporciones, arbitrariedades, malos
tratos e ilegalidades, para terminar con dos porrazos a dos compañeros y un
empujón con una lesión en el brazo a otra.
Con más policía que personas estábamos allí, en mitad de la nada,
y con la actitud descrita no sabemos si derivada de la rabia o de otro tipo de
sustancia más perjudicial para la salud, ayer sufrimos una situación de auténtica
y clara represión. ¿Cómo puede ser que en una ciudad como es Iruña en San
Fermines para la policía lo importante sea identificar, detener y multar a 12
personas que no estaban haciendo nada? ¿Cómo se pueden criminalizar de una
manera tan clara un tipo de ideas y de personas? ¿Qué herramientas tenemos las
personas frente a la brutalidad y arbitrariedad policial? ¿Quién es el
responsable político último de estos abusos?
Estas son, entre muchas otras, las preguntas que se nos suscitaron
ayer, y que por desgracia nos surgen en muchísimas ocasiones. Por el momento,
la denuncia de las personas agredidas con el parte de lesiones está en el
juzgado.
En todo caso, de la jornada de ayer, nos quedamos con algo muy lindo.
En un día en el que nosotras queríamos dar una muestra de solidaridad a quienes
están dentro, ellos y ellas nos la dieron a nosotras. Mientras la policía nos sometía
a la identificación, cacheos, insultos, etc., poco a poco los presos y presas
subían a sus celdas a descansar y fueron testigos directos de lo ocurrido.
Desde sus ventanas, detrás de esos barrotes, desde su encierro, nos
trasmitieron su fuerza, su cariño y sus ánimos y evidenciaron que los lazos de
la solidaridad son infinitos y generosos ¡muchas gracias a tod@s! Eskerrik
asko!
¡El próximo año nos volveremos a ver puntuales para lanzar el
chupinazo anticarcelario porque tod@s estamos a ambos lados del muro!
Más información y fotos en: http://www.ekinklik.com/
Fdo. PERSONAS AFECTADAS
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